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domingo, 27 de abril de 2014

Torrijas de leche y azúcar para Semana Santa.

Es de lo más típico de Semana Santa y me vuelven loca, ¿Qué son?... Con unas semanas de retraso aquí os dejo la deliciosa receta de torrijas que aprendí a preparar viendo durante años hacerlas a mi madre. Menos mal que sólo las preparo por estas fechas porque me las podría comer todas. Mi madre siempre me cuenta la anécdota de que mi abuela se las preparaba cada noche a mi abuelo, de algún sitio tiene que venir que me gusten tanto.


Claro que hay más postres típicos de estas fechas como la mona de Pascua, los prestiños, las torrijas de miel, pero como las torrijas de azúcar y leche ninguna. La mona de Pascua la preparo con mis niños en clase que también les encanta y como la tradición dice que los padrinos se las regalan a sus ahijados... no soy su madrina, pero después de tantas horas juntos nos merecemos compartir una en estas fechas. Espero que hayáis disfrutado de una feliz Semana Santa.

Ingredientes:

- 1 barra de pan de torrijas o pan que sobra del día anterior.
- 1 litro de leche entera.
- 1 ramita de canela.
- La piel (sin lo blanco) de un limón.
- 2 huevos mezclados con una gota de leche.
- Azúcar mezclado con canela en un bol.


Preparación:

Lo único que da pereza de esta receta es tener que freir las torrijas, pero realmente es una receta facilísima, ya lo veréis. Eso sí el aceite se queda destrozado, imposible reutilizarlo para nada.

Primero se corta en pan en rodajas gruesas.


Mientras ponemos a cocer en un cazo, el litro de leche, la rama de canela y la piel del limón durante 8 o 10 minutos a fuego bajo. Al retirar del fuego agregamos 5 cucharadas de azúcar y la integramos bien hasta que este completamente disuelta.


Ahora preparamos una sartén con el aceite de girasol bien caliente. En un bol la mezcla de los huevos y leche, en otro bol la mezcla de azúcar y canela, y por último una fuente o bandeja con papel absorbente y otra fuente o bandeja para dejarlas ya preparadas.


Cuando el aceite esté bien caliente procedemos a pasar cada rebanada por la leche que previamente calentamos con canela y limón en el cazo, cuando el pan esté bien empapado lo pasaremos por el huevo, y de ahí a la sartén. Cuando la veamos bien doradita la sacamos a que suelte el aceite sobre la bandeja con papel absorbente, y seguimos haciendo otra tanda.


Cuando veamos que no tienen casi aceite las pasamos por la mezcla de azúcar y canela vuelta y vuelta y a la otra fuente que tengamos preparada para dejarlas enfriar. Así hasta terminar con todas las torrijas.


 Y así de bonitas, jugosas y apetitosas tienen que quedar. Es importante esperar a que estén frías para tomarlas, sé que es una gran tentación pero pensad que así las saborearéis mejor, además de que dicen que no es sano tomarlas calientes.




Aunque me he retrasado un poco con la receta, aprovechad a practicar cualquier día que os sobre pan del día anterior. Ya veréis qué receta tan maravillosa.







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