Llevaba semanas rondándome el muro de facebook las fotos de unas maravillosas galletas de chocolate que preparó Bea, de el Rincón de Bea. Cada vez que las veía se me hacía la boca agua, eran maravillosas, llamativas y tenían una pinta deliciosa. Y como a mi padre y a mi marido les encanta el chocolate decidí prepararlas de regalo pre-día del Padre, y justo la semana pasada se las regalé a ambos.
Así que aprovecho para felicitar a mi padre, que es maravilloso y nos ayuda mucho, también de parte de mi niña que la cuida cada día, a mi marido por ser padre, marido y José y el mejor del mundo. Y a todos los Joses y Josefas. Espero que fuera un buen día, nosotros lo celebramos en familia.
No las preparé nada más verlas porque no sabía dónde conseguir la miel de caña, había ido a varios supermercados, a la frutería que hay debajo de casa de mis padres, a tiendas de comestibles, a la lechería... y por fín la conseguí en un herbolario.
A simple vista son llamativas, pero una vez que las pruebas... son irresistibles, aún mejor de lo que parecen. Aviso importante, llenan muchísimo, y están igual de buenas rellenas que solas, así que probad de las dos formas.
Ingredientes:
- 250 gr. mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
- 200 gr. azúcar glas.
- 4 cucharadas de miel de caña (recomendaban también en el blog de Bea "Golden Syrup")
- 350 gr. harina normal.
- 120 gr. de Maizena.
- 1 cucharadita de levadura en polvo.
- 120 gr. de cacao en polvo sin azúcar.
- 8-10 cucharadas de leche. (En el rincón de Bea decía 2, que en este caso al duplicar serían 4, pero a mí no me ligaba la masa y tuve que agregar más poco a poco)
Preparación:
Yo preparé el doble de masa porque quería tener más cantidad, al ser para regalar a dos personas muy especiales no me podía quedar corta. El único cambio que realicé respecto a la receta original fue la cantidad de leche. No me ligaba la masa por más que amasara así que fui agregando poco a poco más leche hasta conseguir una masa homogénea y fácil de manejar.
Yo tamicé, pesé y mezclé las dos harinas en la thermomix, y las aparté en un bol. Luego en el mismo vaso mezclé la miel de caña, con la mantequilla y el azúcar glas. poco a poco con el bocal abierto fui agregando la mezcla de harinas y cacao, y tras este paso lo saqué de la thermomix porque no amasaba bien. No sé si es que la mía es muy viejecita ya (mi madre la tiene desde que yo iba al colegio, y aquí sigue como una campeona) o que, no sirve para amasar estas cantidades. Y en este momento agregué y agregué la leche sin miedo porque no ligaba nada mi masa, y de repente... ¡chas, masa lista!
La estiré con el rodillo sobre papel de hornear, y en la misma bandeja de horno la metí en la nevera aproximadamente 4 o 5 horas. Justo en el momento que se cortan es cuando se graban las letras con el mensaje elegido, en este caso al ser para el día del padre eran estos dos modelos:
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| "I love papá" |
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| "I love yayo" (es como llama Celia a su abuelo) |
Y con esto me despido, me hubiera gustado colgar esta entrada ayer que hubiera sido más apropiado, pero entre celebración familiar y noche de cine... no me quedaba más tiempo. Por cierto aprovecho para recomendaros una comedia española llena de tópicos pero muy bien puestos y muy divertida que nosotros fuimos a ver por recomendación de una amiga "8 apellidos vascos", genial, hacía tiempo que no me reía tanto con una película.
Son ideales para regalar, tomar en familia o con amigos. Realmente tienen un sabor impresionante. A mi padre y a mi marido les encantaron. Muchas felicidades a los dos, y muchas gracias por probar siempre con alegría todo lo que me da por hacer. Y en general por estar en todos los momentos importantes de nuestra vida ¡Os quiero!
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