La cheesecake más recomendable del Mundo

Por fin después de dos meses encuentro tiempo para poder contaros la otra sorpresa de mi cumpleaños, casi dos meses sin contarlo. Mi marido me llevó por sorpresa con unos amigos a conocer a una gran repostera cuyo blog sigo desde hace muuuuuuucho tiempo. Esa semana hubo una cadena de acontecimientos que culminó con acudir por sorpresa el viernes por la tarde a ver una muestra y firma de libros de Alma en la feria "Creativa Madrid".

Y allí me regalaron el libro de tartas de Alma que, por si os cabía alguna duda, es genial. Y la primera receta que he probado es una que ella denomina "New York Cheesecake". La he preparado ya en tres ocasiones, con pequeños cambios y es maravillosa. Así que si queréis ver cómo quedó, seguid leyendo el post.

Ingredientes para la base:

• 170 gr. galletas digestve (yo normalmente ha hacía con María hojaldrada, pero así también queda bien).
• 30 gr. de azúcar (la receta original dice 45 pero creo que las galletas ya tienen bastante azúcar).
• 95 gr. mantequilla sin sal.

Ingredientes para la masa:

• 750 gr. de queso crema (yo uso tres tarrinas de queso crema alipende que son de 250 gr. y queda muy bien, aunque la receta de Alma dice 800 gr.).
• 160 gr. de azúcar.
• 2 cucharadas (20 gr.) de harina.
• 3 huevos "L" ( o como dice el libro 4 huevos "M").
• 65 ml. de nata de montar.
• 1 cucharadita de esencia de vainilla (recomiendan vainilla en pasta, pero yo no tenía).

En el libro pone la receta de la mermelada de frambuesa para hacerla de manera casera, pero yo la cubrí con mermelada de bote de la Vieja Fábrica, que personalmente creo que queda muy bien.

Para comenzar se hace la base mezclando los tres ingredientes bien, con las galletas trituradas y se pone en un molde bien engrasado. Ese molde se mete a la nevera mientras preparamos la masa.

Me pareció muy curiosa la manera de hornearlo. Precalentamos el horno a 180º e introducimos la tarta durante 15 minutos. Bajamos la temperatura del horno a 120º y dejamos la tarta dentro durante otros 60 minutos. Lo dejamos enfriar en el molde sobre las rejillas y cuando esté templado le pasamos un cuchillo por el borde (Borde = hueco que queda entre la parte alta del molde y colinda con la parte exterior de la tarta, por si cabía alguna duda). ¿Por qué?Siendo sincera nunca lo hubiera imaginado, sirve para que al enfriarse la tarta y disminuir un poco su tamaño, no se agriete la superficie de la misma.

Se introduce la tarta con el molde en la nevera y se deja reposar hasta el día siguiente. Es recomendable sacar la tarta de la nevera un poco antes de servir, unos 15 minutos. Entonces le untamos lo que más nos guste, mermelada de fresa, frambuesa, melocotón... Y lista para servir y tomar.

 Realmente la recomiendo al 100%, yo no soy muy devota de las tartas de queso (no tienen chocolate!!!!), y ésta realmente me enamoró. No se parece en nada al sabor de las tartas de queso que se hacen con cuajada y en frío, que también las tomo. Probadla, no os arrepentiréis.

Mirad que corte tan bonito. ¿Os podréis resistir a saborearla? Es fácil, rápida y con ella tendréis el éxito asegurado. ¡Buen apetito!