Tarta jubilación de una profesora. ¡Enhorabuena Gloria!

Esta es una entrada dedicada al cambio de etapa. Dicen que cuando una puerta se cierra una ventana se abrirá, y hoy más que nunca necesito creer que eso es así. Los cambios no siempre llegan cuando lo decidimos, ni en el mejor momento de nuestra vida, pero llegan y hay que mirar hacia delante.

Esta tarta es de un cambio positivo, de la dedicación y el trabajo de una maestra que cierra una etapa y se va a jubilar después de muchos años compartidos con sus alumnos. Además, es aún más positivo para una amiga que va a poder tener a su madre aún más cerca, así que tiene doble celebración. ¡Felicidades!

Quizás estoy más sentimental porque es una tarta con la que tengo mucho en común, es un reflejo de lo que dedico mi vida, mi profesión, mi hobby, mi ilusión... además del reflejo de un gran cambio y el cierre de una etapa que está por llegar. Así que espero que os guste muchísimo.

Una amiga me pidió hace un tiempo, quizás un par de meses, justo una semana antes más o menos de que naciera mi niña pequeña, si le podía hacer una tarta para una fiesta sorpresa que le iban a dar a su madre por la jubilación. ¡Qué bonito! Y lo primero que quise saber es qué tema deseaban, su hobby que es la pintura, su profesión, la familia... Y ya que era por motivo de su jubilación prefirieron que girara en torno a su profesión: es maestra, como nosotras.

Qué especial me ha resultado decorar una tarta en torno a lo que yo también me dedico. No podía poner las áreas de aprendizaje, ni un mural de las inteligencias múltiples, ni plasmar el cariño de los niños cada día, y mucho menos la ilusión y las vivencias que como maestras sentimos cada día en nuestras aulas... es muy difícil mostrar todo eso en una tarta. Pero lo intenté dejar implícito en el cariño con el que la hice. Espero que la disfrutara muchísimo.

Así que para la decoración cree elementos reconocibles fácilmente en cualquier aula, incluso las más innovadoras: modelé tijeras, lápices, gomas, sacapuntas, letras, colores, un metro, pizarra, hice dibujos e incluso una canción o un poema según os guste más... Mirad cuántos detalles:

Primero cubrí toda la tarta que era un brownie de chocolate (Receta aquí) con fondan azul claro, y el borde lo forré con una cinta métrica amarilla. Sobre la tarta coloqué los diferentes objetos modelados, y en los laterales, con rotulador, unos dibujos infantiles y un poema. En la parte central puse una pizarra en la que me ayudó a escribir mi marido con glasa blanca "Feliz Jubilación". Y en la base de la tarta, un banderín con su nombre y unas flores.

Y se me ocurrió que podía ser divertido que para decorar la base de la tarta los nietos pintaran unas galletas cubiertas con fondan blanco y dibujaran con rotus comestibles, personalizando cada galleta a su manera para su abuela. En la parte inferior de la galleta iba impreso el nombre de cada nieto.

Y me vais a permitir una emotiva despedida especial. Ahora que el curso está llegando a su fin, y terminamos otra etapa, quiero dedicar esta tarta a todas mis compañeras, que son grandes profesionales, muy trabajadoras y unas personas geniales de las que he podido disfrutar todos estos años y aprender mucho de todas las cosas de la vida. Y como no, a mi amiga y su madre, que para eso es su tarta, disfrutad mucho ahora del tiempo juntas.