Tarta Guinness, y ya van tres...

Como sabéis, por el viaje de este verano por tierras belgas siguiendo rutas de la cerveza, mi marido es un gran apasionado de la buena cerveza. Por cierto aquí os dejo un enlace  a su blog con guías de los viajes que hemos hecho. Así que este año, por su cumpleaños me decidí a probar a prepararle la famosa "Tarta Guinness" que todo el mundo dice que es tan espectacular. Y os puedo asegurar que en las tres celebraciones del cumpleaños de José la repetí, porque está buenísima.

Aunque lleve cerveza es apta para niños, porque el alcohol se evapora y no sabe nada a cerveza. Eso sí, el bizcocho tiene una textura muy esponjosa y jugosa. En internet podéis buscar miles de recetas de esta tarta, aunque varían entre sí muy poco unas de otras. Yo las cantidades que ajusté son las que podéis encontrar en el paso a paso, si continuáis leyendo más abajo esta entrada. Espero que os guste.

Ingredientes para el bizcocho:

• 250 gr. de harina.
• 80 gr. cacao en polvo sin azúcar.
• 400 gr. azúcar blanco.
• 2 1/2 cucharaditas de bicarbonato.
• 250 ml. de cerveza Guinness.
• 250 gr. mantequilla sin sal.
• 150 gr. nata líquida para montar.
• 2 huevos talla "M".
• 1 cucharadita de pasta de vainilla.

Ingredientes para la cobertura:

• 150 gr. queso de untar.
• 75 gr. de azúcar glass.
• 125 ml. nata líquida para montar.

Preparación del bizcocho:

A mí las masas sabéis que me gusta prepararlas en la thermomix, porque este tipo de masas las mezcla muy bien. No obstante, se puede preparar con un cazo y una batidora de mano.

Comenzaremos mezclando los ingredientes sólidos: la harina, con el cacao, el azúcar y el bicarbonato unos 15-20 segundos a velocidad 5. Reservamos en un bol amplio esta mezcla.

A continuación, ponemos en el vaso la cerveza con la mantequilla, programando 3 minutos a 50º a velocidad suave (2). Así se fundirá la mantequilla y, con el calor, la cerveza evaporará su alcohol. Quitamos la temperatura y aquí mismo añadimos la nata líquida para montar, los huevos y la vainilla (yo he usado vainilla en pasta porque desde que la probé me encantó, pero se puede sustituir por esencia de vainilla que es más comercial).

Ahora, con el bocal abierto, a velocidad 3 y sin temperatura, poco a poco con ayuda de una cuchara vamos incorporando la mezcla que habíamos dejado reservada en un bol (harina, cacao, azúcar y bicarbonato).

El bizcocho yo lo suelo preparar la tarde antes de tomarlo y cuando está frío lo guardo en un recipiente hermético fuera de la nevera, porque si no se endurece. 

El plato de la foto es un regalo de una amiga y ha sido pintado
a mano en Almería. Es precioso.¡Muchísimas gracias!

Engrasamos el molde o forramos con papel de horno antes de poner la masa. Precalentamos el horno a 180º y horneamos durante 40-50 minutos (según el horno). Sacamos y dejamos enfriar unos 15 minutos en unas rejillas.

Preparación de la cobertura:

Antes de preparar la cobertura es importante meter el brick de nata 10 o 15 minutos en el congelador, así como las varillas de mezclar (si podéis), porque así la nata montará más fácilmente.

En este caso únicamente he utilizado la thermomix para mezclar el queso de untar con el azúcar glas, con la mariposa puesta a velocidad 3 hasta que veáis que se han integrado bien ambos ingredientes.

Con una batidora de mano con varillas mezcladoras montamos la nata. A cucharadas se va agregando la mezcla del queso con el azúcar sobre la nata bien montada.

Espero que os animéis a intentar hacerla que es muy fácil y el resultado es exquisito. Con estas cantidades yo hice el bizcocho en dos ocasiones: en un solo molde de unos 25 cm, y repartida en dos moldes de 20 cm y de 15 cm (respectivamente), controlando en este caso un poco más el tiempo.