Buñuelos de viento

¿Qué mejor fecha para preparar unos ricos buñuelos que para celebrar en familia el Día de todos los Santos? Pues así es, aunque hicimos una fiesta de cumpleaños y Halloween para los niños, no podemos olvidar nuestras verdaderas tradiciones. ¿Cómo os gustan más sólos, con crema de chocolate, con nata...? Tenéis para elegir.

Mix de buñuelos para degustar en familia.

Debo reconocer que la primera vez que los preparé me quedó una masa muy líquida con la que sólo pude hacer tortitas de buñuelo, porque me empeñé en añadir mucho huevo. Ahora fijaos qué bonitos. Y no sabéis qué ricos quedaron.

Entrad y seguid leyendo este post y ya veréis cómo os entran ganas a vosotros también de prepararlos aunque haya pasado ya el Día de todos los Santos.

Mi madre, cuando nos fuimos de casa cada uno de mis hermanos y yo, nos fue regalando a todos un libro de cocina genial que se llama "1080 recetas de cocina" (Simone Ortega). Es un libro fantástico y siempre que pruebo una receta de este libro estoy segura de que será buena, pero debo reconocer que lo tenía algo olvidado...

El otro día una compañera del cole me recomendó la receta de buñuelos de este libro y, salvo una cosa que cambié, debo admitir que es una receta buenísima.

Ingredientes:

• 4 huevos (yo usé talla"M").
• 125 gr. de harina.
• 2 cucharadas de azúcar blanco.
• 310 ml. de agua. (la receta original daba la medida en 1 1/4 vasos de agua).
• Un pellizco de sal.
• La corteza de un limón. (la receta original ralla la corteza)
• 1/2 ramita de canela. (No viene en la receta, lo agregué yo)

Preparación:

En un cazo pequeño se ponen todos los ingredientes excepto la harina y los huevos. Se pone a cocer a fuego medio todo junto hasta que comience a hervir. Retiramos la ramita de canela y la piel del limón, entonces se añade de golpe la harina dando vueltas sin parar con una cuchara de madera. Cuando la masa sea consistente y se despegue bien de los bordes del cazo se retira del fuego.

Se deja templar la masa y poco a poco vamos agregando los huevos uno a uno asegurándonos bien de que el anterior se haya incorporado por completo a la masa. Se deja reposar un tiempo, la receta original dice 2 horas, yo la dejé una.

En una sartén pequeña o mediana ponemos a calentar aceite de girasol (yo para estas cosas uso de girasol porque no aporta sabor). Cuando aún no está muy caliente el aceite, con ayuda de una cucharita de postres humedecida con aceite ponemos pegotes de masa en el interior. Veremos que la masa al principio baja al fondo y según se va hinchando va subiendo a la superficie del aceite y cogiendo la forma de bola. Cuando estén dorados se sacan con ayuda de una espumadera y se dejan enfriar en un plato cubierto con papel de cocina.

Una vez templados o fríos se puede rellenar de lo que más nos guste: espolvoreados simplemente con azúcar glas, untados con azúcar normal, rellenos de trufa, chocolate, crema pastelera, nata... o lo que cada quien prefiera.

En el libro de 1080 recetas de cocina acompañan esta receta con el relleno de crema pastelera, pero yo prefería rellenarlo con crema de chocolate. Aquí os dejo la receta de crema de chocolate que preparo yo.

Ingredientes para el relleno de crema de chocolate:

• 180 ml. de leche entera.
• 1/2 cucharada de maizena bien llena.
• 4-5 cucharadas de azúcar.
• 2 yemas de huevo.
• 3-4 cucharitas de cacao en polvo sin azúcar.
• 2 cucharaditas de nesquik.

Preparación de la crema de chocolate:

En un cazo pequeño mezclamos 100 ml. de leche con 3 cucharadas de azúcar, el cacao y el Nesquik. En otro vaso disolvemos la maizena en los otros 80 ml. de leche. Y por otra parte batimos en un bol las yemas de huevo y las mezclamos con lo que falta de azúcar.

Unimos todos los ingredientes en el cazo y con fuego medio-bajo removiendo bien hasta que comience a hervir. Se deja enfriar y con ayuda de una manga pastelera se rellenan los buñuelos.

Yo rellené 1/3 con crema de chocolate, 1/3 de nata (porque le gusta a mi madre), y el otro 1/3 los rebocé con azúcar. Listos para todos los gustos. Los que más gustaron y arrasaron con ellos fueron los de chocolate. Están de dulce, animaos a probarlos porque son una perdición.