Sé que es el último día del año y, quizás, debería estar colgando recetas navideñas y postres que he hecho estos días. Pero tengo muchas cosas en la recámara esperando a tener tiempo para enseñároslas. Así que he decidido que, para culminar y cerrar el año en el blog, voy a mostraros una de las cosas más importantes y emocionantes que he hecho este año. No es la única porque también está nuestra ahijada Irene, el primer cumpleaños de mi hija, el 30 cumpleaños de mi marido, la boda de Marina y Juanfran... y todos ellos han tenido y tendrán un hueco especial aquí.
Pero hoy será especial. Es una tarta para la despedida de una de las personas más importantes de mi vida, con quien llevo compartiendo experiencias desde que éramos pequeñas, la primera a quien cuento cada novedad en mi vida, después de mi madre, con quien lo comparto todo... Recuerdo que cuando me contó que se casaba me puse a llorar por teléfono, y decidí que tenía que preparar algo muy especial para ella.