Tarta de doble chocolate

Para que mi regalo no coja polvo en la cocina, he decidido volver a usarlo. Siguiendo con el chocolate, esta ve he elegido ¡una tarta de doble chocolate! O mejor dicho, ¡dos tartas! Ya que cundió para más de una. Para quien no se acuerde de cuál era mi regalo, es un libro llamado "200 recetas para postres".

No pretendo repetirme en adjetivos para los dulces, así que únicamente diré de esta tarta que mi padre no creía que la hubiera hecho yo. Eso puede suponer algo bueno o malo. Pero os aseguro que era buenísimo :D. Aquí la tenéis para comprobarlo por vosotros mismos.

Ingredientes:

• 450 gr. de masa "brisa dulce".
• 150 gr. de chocolate negro para postres.
• 150 gr. de chocolate blanco.
• 100 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
• 3 huevos a temperatura ambiente.
• 1 yema de huevo.
• 100 gr. de azúcar glas.
• 2 cucharaditas de nata.

Preparación:

Lo primero es estirar la masa y forrar con ella el molde que vayamos a utilizar. A poder ser, que el molde sea acanalado y con base extraíble. Se supone que se debe colocar la masa sobre el molde con ayuda de un rodillo, pero a mi se me dio fatal. Así que hice un pequeño truco: estiré la masa sobre papel de horno y coloqué el papel de horno encima del molde para la tarta. :D

Una vez que la masa esté bien colocada, pegarla bien a los laterales y cortar la masa sobrante. Se guarda en la nevera unos 15 minutos aprox. Al sacarla, comprobaremos que ha encogido un poquito. Antes de hornear, se pincha la masa con un tenedor para que no se hinche.

Ahora toca meterla a cocer. Según mi recetario, había que poner un papel de horno con macarrones en el centro. Pero no tenía macarrones. La otra opción del recetario era usar judías. Pero tampoco tenía judías. Busqué lo que tenía a mano por la cocina, y encontré arroz. Le puse un buen montón de arroz encima para que hiciera peso suficiente. Ahora sí, con el arroz encima y el horno precalentado a 190º, se cuece la masa 15 minutos. Se retira el papel de horno con el arroz y se pone a cocer unos 5 minutos más.

Por separado, se derriten los chocolates en sendos cuencos al baño maría. Al chocolate negro se e añaden 3/4 partes de la mantequilla. El resto es para el chocolate blanco. 

En un bol se mezclan los huevos, la yema de huevo y el azúcar, batiendo muy bien hasta que la mezcla haya duplicado su volumen. Se incorporan 2/3 de esta mezcla al chocolate negro y, el resto, al chocolate blanco. Al chocolate blanco, además, se le añaden 2 cucharaditas de nata.

Verteremos sobre la masa brisa dulce la mezcla del chocolate negro y, con mucho tino, verteremos la mezcla del chocolate blanco sobre ésta. Se baja la temperatura del horno a 160º y se cuece la tarta entre 20 y 25 minutos, hasta que se vea que el relleno cuaja.

Creí que la primera tarta que metí no había cuajado bien y transcurridos los 20 minutos, se me ocurrió subir un poco la temperatura y poner el horno en modo ventilador. No fue buena idea ;(. La tarta se terminó de cuajar, pero quedó demasiado dorada por la superficie del relleno. Aunque el sabor era delicioso, el aspecto no acompañaba. Tuve la suerte de que sobró masa y relleno para una segunda tarta (algo más pequeña). En esta segunda ocasión no toqué el horno y quedó preciosa y deliciosa. Tan apetecible como bonita :D 

Una vez enfriadas las tartas, derretí chocolate negro y decoré con él la superficie dibujando con él finas líneas rectas entrecruzadas.